Ya que esto no tira... al menos disfrutamos

domingo, 30 de agosto de 2009

Otra semana que pasa, y sigo sin noticias de Holanda. Vamos, que la expresión de "hacerse el sueco" no tiene más sentido con mu supervisor del proyecto que nunca. Estoy empezando a hartarme...

Mientras tanto, intentamos disfrutar de lo que se puede aquí, saliendo un poco por el centro y aprovechando el buen tiempo que aún nos queda... ¡Incluso Johanna ha vuelto! Tenía ganas de verla, sinceramente. :D




Y seguimos liados con la manta en la cabeza...

domingo, 23 de agosto de 2009

Y aquí seguimos con el proyecto. Sin saber qué hacer, y sin un supervisor que no da señales de vida... ¿Lo terminaré a tiempo?

Por otro lado, ya han llegado algunos de la nueva hornada de Erasmus para hacer el curso de sueco, casi todos españoles en Minerva. Ahora mismo seremos unos 10 ó 12... Pronto empezarán las nuevas fiestas.

Tour Nórdico V: Copenhague

sábado, 22 de agosto de 2009

El último destino del viaje había llegado, y con ello la capital danesa: Copenhague. Tras haber cruzado el famoso Puente de Öresund nos encontrábamos ya en la estación central, donde lo primero que nos encontramos tras salir, fue el Tivoli, el Parque de Atracciones de Copenhague.





Nos dirigimos al hostal para dejar nuestras cosas en la habitación y a la hora de hacer el check-in, volvieron los problemas. Como ya sabía, la web de Dan Hostel no permite la reserva de varias personas en la misma habitación, a la vez; por lo que hicimos dos reservas diferentes. A falta de pan, buenas son tortas, ¿no? Pues en Dan Hostel se excusaban en eso, y nos querían dar dos cuartos diferentes, a lo que nos negamos porque en la aplicación web no nos daban esa oportunidad. Al final, subsanaron el error y nos tocó en una habitación con una familia alemana. A mi me daba igual, solo ibamos a dormir allí, así que no había problema.

Salimos de allí y nos fuimos directamente al Tivoli, a ver si podiamos disfrutar unas horas allí al igual que lo hicimos en Liseberg, pero cuando vimos los superprecios prohibitivos, decidimos que era mejor pasear por la ciudad. Algo más de 40€ el pase diario era un auténtico robo, y más para nosotros que solo íbamos a estar medio día allí. Justo enfrente habían montado una noria gigante, y queríamos montarnos. Nosotros, fuimos tan alegres y a la hora de pagar con la tarjeta de crédito (unos 8€ el pase por persona, otro robo, pero después de quedarnos con ganas del Tivoli nos pareció algo mejor) nos dicen que solo aceptan VISA Dankort, osea, VISAS danesas. La indignación iba en aumento. A mi me parecía Copenhague como Nueva York a Homer Simpson...




Con poco dinero en nuestros bolsillos decidimos ir a cenar por ahí fuera. Copenhague estaba atestado de gente, por el World Outgames de gente homosexual que se estaba celebrando allí. Fuimos a buscar algo de cena en un Kentucky Fried Chicken de la plaza mayor y al ver los precios salimos corriendo también. Por el precio que valía en Copenhague, te comprabas 4 si querías en Bratislava... Ya dije yo que Copenhague es ULTRACARA, muchísimo más que Suecia incluso. Es una ruina. Y claro, nosotros sin apenas dinero, pues nos fuimos a lo más mundano del mundo, nuestro querido 7 Eleven a comernos unos de esos perritos que tanto nos gustan...





Mientras, nos pusimos a ver un poco la zona central de Copenhague, puesto que se estaba acercando la noche y estábamos bastante cansados del día en Malmö y las aventuras de esta otra ciudad.




Al día siguiente nos levantamos temprano y fuimos a visitar todo lo más importante de Copenhague. Lo primero que teníamos que hacer era ir a la consigna de la Estación Central de Copenhague a dejar nuestras maletas, y claro, con tantas cosas que teníamos que dejar y lo pavo que somos nosotros, las ideas fluían...





Cuánto daño han hecho Jay y Bob el Silencioso... xDDD

Después de esas bromas, nos fuimos a las Barranquillas Danesas: Christiania. Aquél lugar tan inusual. Ir a un barrio lleno de drogas, pero lleno de turistas a la vez. No tenemos fotos de allí, porque no se pueden sacar, pero viendo como el resto de la gente hacía lo que le salía de los huevos, yo podría haber hecho lo mismo sinceramente. Lo que pasa que no quería arriesgarme a perder nada de la cámara...


Por el camino, apreciamos la estupenda vista del canal de Copenhague, e incluso nos subimos a la iglesia que hay en el Barrio de Christianhavn, a pesar de mi vértigo. Eso si, las vistas que había desde allí arriba eran totalmente espectaculares.



Vista 360º prácticamente desde lo alto de la iglesia:







Cuando bajamos, sí que nos dirigimos a Christiania en sí. Esta vez logramos encontrar la entrada principal y salimos por la otra salida que tiene, en dirección a la ópera. Pero claro, viendo el mapa, nos dimos cuenta que si ibamos por ese camino, no había forma de volver... Andando, recordemos, por supuesto, pues no teníamos dinero. Ana estaba segura de que al menos habría algún cajero cerca de esa zona, pues íbamos a la Ópera de Copenhague y se antojaba un barrio quizá adinerado, o al menos con un cajero cerca: EPIC FAIL, por supuesto. Allí no había nada... Ni cajeros, ni puentes para cruzar al otro lado, ni autobuses para deshacer todo el camino recorrido... Nada.




Así que cogimos, y nos echamos a descansar un rato en el césped que había al lado, tras la enorme caminata que nos habíamos pegado.


De repente, vimos algo que hizo que se nos iluminaran los ojos... Un barco que hace una especie de ruta a lo largo del canal, parando en 5 puntos ¡y uno de ellos era la Ópera! Rápidamente nos acercamos a la parada a ver la ruta que seguía y cual teníamos que coger para que nos llevara al menos al otro lado, pero a un destino interesante. Después de estudiarlo, llegó el barco, nos acercamos para preguntarle el precio al conductor, pues solo nos quedaban 20 Coronas Danesas ¡y vemos que arranca con nosotros dentro! ¡Pero si ni siquiera sabíamos si teníamos dinero! Y así fue, no teníamos xD Resultó que cada viaje eran 18 DKK, y claro, solo teníamos para uno, y como ya no había posibilidad de bajarnos (tirarse al agua no estaba contemplado xD) pues dijo que pasáramos y nos llevaba a la siguiente parada. ¡Lo conseguimos!



Ya habíamos logrado pasar al otro lado, y estábamos muy cerquita de La Sirenita, así que por fin, pude ir a verla, cruzando de camino La Fuente Gefion (Gefionspringvandet):




Y por fin, La Sirenita:




Nunca me olvidaré de la hiiiiiiija de puta de la chocolatina que estuvo a nuestro lado. ¡Si no se echó mil fotos, no se echó ninguna! Y mientras jodiendo a todo el mundo que se quería echar allí una foto. Si no llego a tener la paciencia que tengo, ¡¡¡ya se había tragado medio mar!!!!

Después de este monumento volvimos al centro de la ciudad, cruzando el Kastellet, en forma de estrella y con un foso enorme para evitar asaltos con facilidad:









Ya al salir, nos dirigimos a la Marmorkirken:


Y hacia, si no recuerdo mal, el Palacio Real de Copenhague:


Pasamos también por la calle de las embajadas:


Y llegamos a una de las calles más famosas y conocidas de Copenhague: Las Casitas de Colores.




Lástima que el tiempo estuviera un poco nublado y las fotos se desmerecieran un poco. Después de habernos pegado una caminata enorme desde la Estación, por Christiania, la Ópera, la Sirenita, el Kastellet y la vuelta al centro, nos fuimos a un parque cercano a descansar y echarnos un poco la siesta, porque el tiempo había clareado un poco. También, más que nada, porque esa noche había que pasarla en vela en el aeropuerto porque Ana se volvía a Viena y no había posibilidad de dormir demasiado.



Y ya, dimos una última vuelta por los alrededores hasta llegar a la plaza central de Copenhague.



Como Copenhague estaba plagados de 7 Eleven y Ana le encantaban, no pudo evitar hacerse la foto tal y como yo me la hice en el Centimeter de Viena. :D



Y para acabar el día, como era el cumpleaños de Ana, decidimos darnos un pequeño lujo e irnos a cenar al Hard Rock Café de Copenhague. Nunca había estado en ninguno, pero he de decir que me gustó bastante. Ya de paso, compramos una camiseta al tío de Ana, que las colecciona de todos los Hard Rocks del mundo. La hamburguesa que nos comimos allí, era colosal, enorme, vamos, la releche de buena. Eso sí, el precio al final también lo acusó un poco, ¿pero quién no se da a veces algún homenaje?


Incluso Ana se pidió un Cosmopolitan, el cóctel de las protagonistas de "Sexo en Nueva York". :P




Y un cartel curioso que había cuando entré al baño xD


Estarían allí las Armas de Destrucción Masiva que buscaba Bu... oh wait! :P

Y una vez terminada la cena, cogimos el equipaje de la consigna, y nos marchamos al aeropuerto a decir adiós a esta aventura. Decir que tampoco lo olvidaré por no haber asientos en el aeropuerto de Copenhague, y que de los pocos que había, para colmo nos tocó unos borrachos detrás nuestra, que no paraban de gritar y hacer ruido. Eso sí, los cabrones se llevaron un premio de 1000€ de un rasca que compraron o algo así, no me enteré demasiado de ello.