Papeleos finales

viernes, 25 de septiembre de 2009

Estos últimos días me están sirviendo para hacer los papeleos por la universidad. Ya hablé con Carlos de la Lama para hacer las convalidaciones pertinentes, y así han sido. He podido convalidar prácticamente todo lo que me propuse, a pesar de no haberme traido el proyecto por los motivos que ya comenté... El cómputo global han sido: 5 (2), 7 (2), 9 (4). Vamos, una más que atractiva subida de media lo que me va a acarrear. Estoy contento por los logros conseguidos allí, aunque me dejen un poco de mal sabor de boca. Lo más importante que he podido hacer, ha sido traerme los certificados de CISCO, aparte de todas las asignaturas que he podido, por supuesto.

Ahora para acabar, solo queda esperar a que la universidad me haga la convalidación pertinente y yo mientras, hacer la Memoria Erasmus, un concurso que promociona la universidad al mejor estudiante Erasmus, donde se ha de contar tu experiencia en tan solo 20 páginas. Demasiadas creo yo, aunque tengo la sensación de que luego me quedaré corto. Sólo espero, si no ganar, quedar segundo o tercero. 1000€ ó 2000€ son los premios. Habrá que hacerlo, ¿no?

De vuelta en España. Definitivamente

jueves, 17 de septiembre de 2009

Hoy, 17 de Septiembre (mi cumpleaños y tal), es cuando ya me siento otra vez totalmente español. Un día después de darme mi matador viaje de 12h de vuelta, por fin pise tierra española, y esta vez, para siempre. El Erasmus -físico- había acabado, aunque aún quedaba el papeleo a posteriori.

El día que tuve que hacer la limpieza, me lo tomé totalmente con calma. El día anterior hice el paquete que iba a mandar, desmontando los cuadros de la pared, cubriéndolo con plástico de bolitas... y esa mañana lo fui a enviar a Correos. El espacio que tenía la caja prefabricada no era gran cosa, y podía meter hasta 20kg en ella, costa altamente improbable. Sin embargo, después de meter tantas cosas y cogerla, aquello pesaba un quintal. Y a la hora de llevarlo... 9kg sólo. xDD

Volví a casa y me dispuse a hacer las maletas a la vez que limpiaba y recogía el cuarto. El sofá ya se había marchado, y la impresora, altavoces y demás trastos me los fueron cogiendo los nuevos españoles a lo largo del día. La habitación ya estaba prácticamente vacía. Había incluso eco al retirar el sofá. Mi sofá. El que me costó 5€... Cuando llegó la hora de la cena, sólo me quedaba por limpiar la cocina y el baño, fregar y barrer el suelo. Y la revisión la tenía al día siguiente a las 10 de la mañana... no sabía si me iba a dar tiempo. Me lié a rascar bien la cocina con KH-7 y todo salió y quedó reluciente. Solo quedaba la aventura del sumidero del baño... Pedí a Héctor unos guantes de goma y me puse al lío. Lo destapé y... ¡Vaya! Pues no parece que esté tan sucio. Estaba con algo de guarrería, obviamente, pero tanto como decían algunos... No sé, me parece que los demás eran un poco guarros. Yo cogí, limpié un poco y le di agua con la ducha y se quedó limpio limpio. Me acosté y al cabo de unas horas me volví a levantar para terminar de hacer lo que me quedaba: quitar las postales de mi Wardrobe of Fame, mover todas las cosas a la habitación de Liher que me la había prestado para dormir esa noche (pues él había vuelto a Bilbao el día anterior)...

A las 10 de la mañana, vino Thomas a hacer la revisión. Según estaba en la puerta, dio un paso y se tiró 5 minutos observando y apuntando en la PDA. Y cuando digo un paso, es un paso y quedarse quieto mirando. Comprobó todo: encima de los marcos de las puertas, encima del espejo, detrás de la lavadora, en el sumidero de la ducha (el cual al verlo flipó de lo limpio que lo dejé). Comprobó el resto de la habitación y dio el visto bueno. :D

Acto seguido era el momento de... el intercambio de muebles. Luis tenía la mesa de la habitación de Lucía totalmente rota. Vamos, que como la moviera, se le caía toda como si fuera un puzzle, totalmente desmontada. Asique al final cogimos y la cambiamos por la mia, que estaba impecable. Ese día desayuné gratis. :P Carlos también quería cambiar su cama, pues decía que le dolía la espalda con la suya y el matress le engullía al tumbarse en ella. Probó la mia, le gustó y ale! Otra cosa más que cambiamos. Cerré la puerta, y me despedí del recuerdo de mi habitación...




Bajé al centro a devolver las llaves, cobrar la fianza, y ya de paso, comí allí abajo, pues no tenía ni comida ni nada. Cuando subí a casa, decidí echarme un poco la siesta, pues por la noche tendríamos la cena, que se alargaría un par de horas sobre la noche, y al día siguiente había que madrugar para coger el tren hacia Copenhague.

Así pues, ya por la noche, nos empezamos a preparar para la cena. Yo dije que iba a hacer unas bravas, y Luis se animó a hacer el alioli. Sencillo y eficiente. También le dije a Johanna que haría una tarta con ella, e hicimos una Swedish Apple Pie (Svenska Äppelpaj en sueco o Tarta Sueca de Manzana en español), acompañado de salsa de vainilla. He de decir que a pesar de no tener fotos, estuvo de auténtica muerte, por favor. Otros platos que hicieron fueron Tortilla de patata, revuelto de patatas, huevo y bacon, huevos rellenos, palitos de mozarella... Samira trajo también comida iraní; Anna Maria trajo Schnitzel, Markus hizo Apfelstrudel... pero vamos, todo voló enseguida. Estuvo todo delicioso.




Después de ello, toda la gente que estuvo por allí me firmó la bandera sueca y me marché a dormir a la habitación de Liher. Una lástima no acordarme de sacarla en el primer semestre, porque hubiera querido que me firmaran muchas personas que se fueron...

Al día siguiente, me levanté pronto para terminar de recoger la maleta y coger el tren. Demasiado pronto de hecho. Me tiré más de media hora dando vueltas por la habitación sin saber qué hacer. Mientras tanto, Sandra vino a mi habitación a despedirse de mi antes de ir a clase, y yo esperé a Johanna y Carlos, que dijeron que iban a venir conmigo a la estación a despedirse de mi. Poco a poco las cosas se iban quedando detrás. Mi último vistazo a Minerva, mi último camino al tren... Una vez llegamos allí, me despedí de ellos y marché hacia Copenhague. Había llegado la hora de decir adios a Suecia...

Llegué a Copenhague también con demasiado adelanto, así que aproveché para irme a comer al Burger King del aeropuerto. Todavía no habían abierto la facturación de Iberia, por lo que me subí con las maletas. Eso sí, antes de irme a comer, aproveché una cinta vacía para saber el peso final de todo lo que llevaba. Aquello era demasiado y a la hora de pesarlo... Ufffffff! 30kg la maleta grande y 10kg el equipaje de mano. ¡Entraba justo en los límites! :D :D Esta vez no me tocaría hacer peripecias. Ya, tranquilo por todo, me fui a comer y después facturé.

Como había llegado con demasiado adelanto como dije, de camino a la sala de embarque me encontré LA sala. No es una sala cualquiera, es LA sala. En mayúsculas. Era la Sala de Descanso del aeropuerto que Imanol siempre me comentaba cada vez que pasaba por allí. Una sala totalmente acristalada e insonorizada, con unos butacones enormes y supercómodos para descansar... Y así fue, por supuestísimo. Cogí un asiento y uffff, que comodidad por favor... Tenía todavía algo más de una hora hasta coger el avión, así que procedí a echarme una minisiesta. Y me sentó a gloria. Luego ya en el avión, para amenizar otro poco las 3:15h de vuelo que tenía, me saqué el portátil y me puse a ver una película. Llegué a España en el horario previsto, pero tuve que esperar una hora más a que Iberia sacara las putas maletas. Muy bonita puede ser la T4, pero eficiencia le falta un poco...

Por fin salí, y vi a mis padres otra vez. Mi madre, contenta supongo porque no volveré al extranjero, eso que tantos disgustos le dio, pero que supo que era algo que iba a llegar y habia buscado. Mi padre, contento por tenerme otra vez en casa.

Hoy, me he levantado pronto para hacer los papeleos de la Escuela de Idiomas, que me aplazaron un año por pedir el Erasmus. Ya el lunes entregaré los papeles a De la Lama. Hoy no tengo ganas de más, solo disfrutar de mi dia.

Is the Final Countdown...

lunes, 14 de septiembre de 2009

La cuenta final ha llegado. En 48h me despido de este país y en menos de 24h tengo que abandonar la habitación. Tengo que limpiarla para hacer la revisión y que me devuelvan mis 3000 Coronas Suecas que pagué como depósito. Eso, y hacer la maleta para volver, hacer el paquete, hacer... Son tantas cosas en tan poco tiempo, que no sé ni como organizarme.

La gente ya se está cachondeando con el tema de "ya verás cuando tengas que limpiar el sumidero de la ducha...". Especialmente Johanna, que dice que es completamente asqueroso y cada vez que piensa en ello y recuerda como veía que lo limpiaba George, le entraban arcadas.

Probablemente la próxima entrada ya la escriba desde España. Tengo que guardar también el ordenador, y no tendré tiempo para escribir antes de marcharme. Mañana tenemos mi cena de despedida y tengo que preparar algo de comida típica. Repetiré las bravas probablemente, y haré una tarta junto a Johanna. Tantas tortillas de patata siempre cansan...

¡Nos vemos en España!

De vacaciones

domingo, 13 de septiembre de 2009

Ya, sin nada que hacer aquí en Suecia, solo recoger la habitación para volver a España, me dedico a disfrutar de lo que me queda a mi alrededor. Gente, paisaje, helados, fiestas, barbacoas... La última vez que bajaré al Nivå, la última vez que visitaré el Glassiären para comerme un helado sublime, la última vez que haré una barbacoa con toda la gente...


Y es que voy a echar de menos todo esto. Ha sido más de un año aquí, en el que he compartido buenas y malas experiencias. En la que descubres que hay gente a la que echarás de menos, y otra gente a la que esperas nunca volverlos a ver. Mientras tanto, aprovechamos para comer y cenar todos juntos, para salir de fiesta por el Nivå (el Piraten parece que ya está relegado) y estamos planeando una última barbacoa en Brunnsparken organizada por los nuevos franceses.




Fin de toda ilusión...

sábado, 5 de septiembre de 2009

Hoy, 5 de Septiembre, todas las ilusiones se han hecho añicos... Tras casi 3 meses sin dar señales de vida el supervisor, ha aparecido éste para decirme que no me da permiso para acabar el proyecto porque "no está terminado" (obviamente, pues nunca me explicó como debía continuar) y porque "el proyecto se parece más a una propuesta de proyecto que a un proyecto en sí". ¿Y esto me lo dices 2 días antes de entregar el proyecto, cuando nunca me has ido guiando en él? ¿Para este par de huevos elijo yo un proyecto con supervisor, cuando nunca he tenido la oportunidad de ser guiado por él, y no poder hacer el mío propio?

¡Ojala te mueras!

Creo que no puedo tener más rabia en mi interior y no han caido más lágrimas hoy que en toda mi vida...

No tengo que oponer a nadie. ¡Yuju!

viernes, 4 de septiembre de 2009

Si antes escribo lo anterior, escribiendo algo de buenas noticias, mejores son ahora. La persona a la que tenía que oponer, me ha escrito diciendo que no presenta el Proyecto ahora en Septiembre porque... ¡le han acusado de plagio! Me LOL. Sinceramente. ¿¿A quien se le ocurre copiar un proyecto??

La situación ahora es la siguiente: a pesar de no tener el proyecto terminado me dejan presentarlo. No opongo a nadie, y a mi me opone Serkan. Las cosas van demasiado bien, creo yo...

Proyecto Entregado...

El 1 de Septiembre era la fecha límite para entregar el Proyecto. Y así he hecho, sinceramente. No está acabado. Solo he hecho la mitad, lo que es la parte teórica, pero no he podido hacer más. Mientras en España y en Austria lo que hay que hacer es primero la parte práctica y luego redactar la memoria; aquí me ha tocado a mi hacerlo totalmente al revés. A todo el mundo que se lo he contado ha flipado, y no es para menos.

Ayer, día 3, me escribió Bai para decirme que no tenía el permiso de mi supervisor para subir el proyecto, a lo que le contesté que si él le encontraba y daba señales de vida diciéndome que no podía entregarlo, yo encantado. Por supuesto, me contestó al email que tenía la presentación el día 7 de Septiembre, porque él tampoco pudo localizarle... Es que manda huevos.

La parte buena es que tengo a Serkan como oponente en el proyecto. ¡Esto está aprobado fijo! :D

Ya que esto no tira... al menos disfrutamos

domingo, 30 de agosto de 2009

Otra semana que pasa, y sigo sin noticias de Holanda. Vamos, que la expresión de "hacerse el sueco" no tiene más sentido con mu supervisor del proyecto que nunca. Estoy empezando a hartarme...

Mientras tanto, intentamos disfrutar de lo que se puede aquí, saliendo un poco por el centro y aprovechando el buen tiempo que aún nos queda... ¡Incluso Johanna ha vuelto! Tenía ganas de verla, sinceramente. :D




Y seguimos liados con la manta en la cabeza...

domingo, 23 de agosto de 2009

Y aquí seguimos con el proyecto. Sin saber qué hacer, y sin un supervisor que no da señales de vida... ¿Lo terminaré a tiempo?

Por otro lado, ya han llegado algunos de la nueva hornada de Erasmus para hacer el curso de sueco, casi todos españoles en Minerva. Ahora mismo seremos unos 10 ó 12... Pronto empezarán las nuevas fiestas.

Tour Nórdico V: Copenhague

sábado, 22 de agosto de 2009

El último destino del viaje había llegado, y con ello la capital danesa: Copenhague. Tras haber cruzado el famoso Puente de Öresund nos encontrábamos ya en la estación central, donde lo primero que nos encontramos tras salir, fue el Tivoli, el Parque de Atracciones de Copenhague.





Nos dirigimos al hostal para dejar nuestras cosas en la habitación y a la hora de hacer el check-in, volvieron los problemas. Como ya sabía, la web de Dan Hostel no permite la reserva de varias personas en la misma habitación, a la vez; por lo que hicimos dos reservas diferentes. A falta de pan, buenas son tortas, ¿no? Pues en Dan Hostel se excusaban en eso, y nos querían dar dos cuartos diferentes, a lo que nos negamos porque en la aplicación web no nos daban esa oportunidad. Al final, subsanaron el error y nos tocó en una habitación con una familia alemana. A mi me daba igual, solo ibamos a dormir allí, así que no había problema.

Salimos de allí y nos fuimos directamente al Tivoli, a ver si podiamos disfrutar unas horas allí al igual que lo hicimos en Liseberg, pero cuando vimos los superprecios prohibitivos, decidimos que era mejor pasear por la ciudad. Algo más de 40€ el pase diario era un auténtico robo, y más para nosotros que solo íbamos a estar medio día allí. Justo enfrente habían montado una noria gigante, y queríamos montarnos. Nosotros, fuimos tan alegres y a la hora de pagar con la tarjeta de crédito (unos 8€ el pase por persona, otro robo, pero después de quedarnos con ganas del Tivoli nos pareció algo mejor) nos dicen que solo aceptan VISA Dankort, osea, VISAS danesas. La indignación iba en aumento. A mi me parecía Copenhague como Nueva York a Homer Simpson...




Con poco dinero en nuestros bolsillos decidimos ir a cenar por ahí fuera. Copenhague estaba atestado de gente, por el World Outgames de gente homosexual que se estaba celebrando allí. Fuimos a buscar algo de cena en un Kentucky Fried Chicken de la plaza mayor y al ver los precios salimos corriendo también. Por el precio que valía en Copenhague, te comprabas 4 si querías en Bratislava... Ya dije yo que Copenhague es ULTRACARA, muchísimo más que Suecia incluso. Es una ruina. Y claro, nosotros sin apenas dinero, pues nos fuimos a lo más mundano del mundo, nuestro querido 7 Eleven a comernos unos de esos perritos que tanto nos gustan...





Mientras, nos pusimos a ver un poco la zona central de Copenhague, puesto que se estaba acercando la noche y estábamos bastante cansados del día en Malmö y las aventuras de esta otra ciudad.




Al día siguiente nos levantamos temprano y fuimos a visitar todo lo más importante de Copenhague. Lo primero que teníamos que hacer era ir a la consigna de la Estación Central de Copenhague a dejar nuestras maletas, y claro, con tantas cosas que teníamos que dejar y lo pavo que somos nosotros, las ideas fluían...





Cuánto daño han hecho Jay y Bob el Silencioso... xDDD

Después de esas bromas, nos fuimos a las Barranquillas Danesas: Christiania. Aquél lugar tan inusual. Ir a un barrio lleno de drogas, pero lleno de turistas a la vez. No tenemos fotos de allí, porque no se pueden sacar, pero viendo como el resto de la gente hacía lo que le salía de los huevos, yo podría haber hecho lo mismo sinceramente. Lo que pasa que no quería arriesgarme a perder nada de la cámara...


Por el camino, apreciamos la estupenda vista del canal de Copenhague, e incluso nos subimos a la iglesia que hay en el Barrio de Christianhavn, a pesar de mi vértigo. Eso si, las vistas que había desde allí arriba eran totalmente espectaculares.



Vista 360º prácticamente desde lo alto de la iglesia:







Cuando bajamos, sí que nos dirigimos a Christiania en sí. Esta vez logramos encontrar la entrada principal y salimos por la otra salida que tiene, en dirección a la ópera. Pero claro, viendo el mapa, nos dimos cuenta que si ibamos por ese camino, no había forma de volver... Andando, recordemos, por supuesto, pues no teníamos dinero. Ana estaba segura de que al menos habría algún cajero cerca de esa zona, pues íbamos a la Ópera de Copenhague y se antojaba un barrio quizá adinerado, o al menos con un cajero cerca: EPIC FAIL, por supuesto. Allí no había nada... Ni cajeros, ni puentes para cruzar al otro lado, ni autobuses para deshacer todo el camino recorrido... Nada.




Así que cogimos, y nos echamos a descansar un rato en el césped que había al lado, tras la enorme caminata que nos habíamos pegado.


De repente, vimos algo que hizo que se nos iluminaran los ojos... Un barco que hace una especie de ruta a lo largo del canal, parando en 5 puntos ¡y uno de ellos era la Ópera! Rápidamente nos acercamos a la parada a ver la ruta que seguía y cual teníamos que coger para que nos llevara al menos al otro lado, pero a un destino interesante. Después de estudiarlo, llegó el barco, nos acercamos para preguntarle el precio al conductor, pues solo nos quedaban 20 Coronas Danesas ¡y vemos que arranca con nosotros dentro! ¡Pero si ni siquiera sabíamos si teníamos dinero! Y así fue, no teníamos xD Resultó que cada viaje eran 18 DKK, y claro, solo teníamos para uno, y como ya no había posibilidad de bajarnos (tirarse al agua no estaba contemplado xD) pues dijo que pasáramos y nos llevaba a la siguiente parada. ¡Lo conseguimos!



Ya habíamos logrado pasar al otro lado, y estábamos muy cerquita de La Sirenita, así que por fin, pude ir a verla, cruzando de camino La Fuente Gefion (Gefionspringvandet):




Y por fin, La Sirenita:




Nunca me olvidaré de la hiiiiiiija de puta de la chocolatina que estuvo a nuestro lado. ¡Si no se echó mil fotos, no se echó ninguna! Y mientras jodiendo a todo el mundo que se quería echar allí una foto. Si no llego a tener la paciencia que tengo, ¡¡¡ya se había tragado medio mar!!!!

Después de este monumento volvimos al centro de la ciudad, cruzando el Kastellet, en forma de estrella y con un foso enorme para evitar asaltos con facilidad:









Ya al salir, nos dirigimos a la Marmorkirken:


Y hacia, si no recuerdo mal, el Palacio Real de Copenhague:


Pasamos también por la calle de las embajadas:


Y llegamos a una de las calles más famosas y conocidas de Copenhague: Las Casitas de Colores.




Lástima que el tiempo estuviera un poco nublado y las fotos se desmerecieran un poco. Después de habernos pegado una caminata enorme desde la Estación, por Christiania, la Ópera, la Sirenita, el Kastellet y la vuelta al centro, nos fuimos a un parque cercano a descansar y echarnos un poco la siesta, porque el tiempo había clareado un poco. También, más que nada, porque esa noche había que pasarla en vela en el aeropuerto porque Ana se volvía a Viena y no había posibilidad de dormir demasiado.



Y ya, dimos una última vuelta por los alrededores hasta llegar a la plaza central de Copenhague.



Como Copenhague estaba plagados de 7 Eleven y Ana le encantaban, no pudo evitar hacerse la foto tal y como yo me la hice en el Centimeter de Viena. :D



Y para acabar el día, como era el cumpleaños de Ana, decidimos darnos un pequeño lujo e irnos a cenar al Hard Rock Café de Copenhague. Nunca había estado en ninguno, pero he de decir que me gustó bastante. Ya de paso, compramos una camiseta al tío de Ana, que las colecciona de todos los Hard Rocks del mundo. La hamburguesa que nos comimos allí, era colosal, enorme, vamos, la releche de buena. Eso sí, el precio al final también lo acusó un poco, ¿pero quién no se da a veces algún homenaje?


Incluso Ana se pidió un Cosmopolitan, el cóctel de las protagonistas de "Sexo en Nueva York". :P




Y un cartel curioso que había cuando entré al baño xD


Estarían allí las Armas de Destrucción Masiva que buscaba Bu... oh wait! :P

Y una vez terminada la cena, cogimos el equipaje de la consigna, y nos marchamos al aeropuerto a decir adiós a esta aventura. Decir que tampoco lo olvidaré por no haber asientos en el aeropuerto de Copenhague, y que de los pocos que había, para colmo nos tocó unos borrachos detrás nuestra, que no paraban de gritar y hacer ruido. Eso sí, los cabrones se llevaron un premio de 1000€ de un rasca que compraron o algo así, no me enteré demasiado de ello.